Veo en el sentir general una buena dosis de ansiedad, no sólo por el miedo al contagio propio y de nuestros seres queridos, sino por nuestro futuro laboral y por lo que realmente esta situación puede suponer para nuestra economía. Muchos reconoceréis ese nubarrón negro de incertidumbre que a veces se te “planta” encima y puede hasta llegar a tener tintes más oscuros de angustia. Pero como dicen nuestros amigos angloparlantes, “every cloud has a silver lining” que es nuestro “no hay mal que por bien no venga”. Recapacitando en ese “silver lining”, borde plateado o lado positivo, creo que lo que vamos a ver resurgir con fuerza es la actitud colectiva de querer salir adelante. Un “QUERER” con mayúsculas. Lo paralizado retomará su marcha y lo hará con brío. La creatividad y la iniciativa se pondrán manos a la obra. Participaremos en nuevos proyectos y celebraremos los avances propios y también los ajenos. Ganaremos el pulso al virus. Éste perderá su capacidad de contagio y quien la ganará en cambio, será la actitud de empuje hacia la prosperidad. Y lo mejor de todo es que esto lo veremos en breve..